Dos bombarderos norteamericanos, procedentes de Turquía y Georgia y cargados con cuatro bombas termonucleares cada uno, realizaban un vuelo rutinario sobre la península ibérica cuando, ocurrió el desastre.
Tenían que repostar para continuar volando hacia Estados Unidos cuando uno de ellos, que llegó antes de los previsto, chocó con su nodriza, incendiándose, y dejando caer cuatro de estas bombas -75 veces más potentes que las lanzadas sobre Hiroshima Y Nagasaki- sobre la localidad almeriense de Palomares.
Dos de ellas ardieron y liberaron tres kilos de plutonio radiactivo, otra se recuperó intacta, y la última se encontró varios meses después en el mar.
Cuarenta años más tarde...
De esto han pasado ya cuarenta años, pero hasta ahora, ni España ni Estados Unidos, se habían dignado a aflojar las billeteras para pagar la descontaminación radiactiva de la zona.
Según publica el diario El País, los representantes del Departamento de Energía de Estados Unidos y el Gobierno Español, se reunieron hace veinte días y decidieron compartir los gastos de la limpieza de Palomares, aunque no se ha hablado de cantidades.
El último acuerdo referente al incidente de 1966 se firmó en 1997. En él Estados Unidos se compromete a pagar 300.000 dólares al año para la supervisión de la zona pero, según parece, sólo llegan cerca de 100.000.
Pero...¿qué hay?
La cuestión es que en los archivos norteamericanos no queda muy claro qué es lo que hay enterrado bajo el suelo del municipio almeriense.
Los análisis periódicos realizados en Palomares no habían detectado un aumento significativo de las enfermedades que revele una actividad radiactiva anómala, y las estaciones de medición de la radiación que Ciemat posee en los dos solares en los que cayeron las bombas, tampoco encontraron valores fuera de los normal. Hasta 2001.
Hace cinco años los propietarios de los terrenos anunciaron su intención de construir allí. Fue entonces cuando el Ciemat detectó, en una medición del suelo, "más plutonio, uranio y americio del esperado", iniciando así, una operación de expropiación de los terrenos.
El Consejo de Seguridad Nuclear , que pidió que la zona fuera descontaminada inmediatamente, temía que al urbanizar los terrenos, se produjera un movimiento de tierras que "podrían modificar sustancialmente la situación radiológica actual".
La limpieza saldrá cara
La operación de limpieza de los terrenos de Palomares va a acarrear gastos muy elevados:
- De momento, el ejército norteamericano ha retirado 1,6 millones de toneladas de tierra y se los han llevado a Estados Unidos.
- La expropiación de los dos primeros terrenos va a costar unos 6 millones de euros.
- Además, Ciemat debe expropiar, vallar y limpiar un solar dentro del pueblo donde han aparecido "fragmentos metálicos contaminados".
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